Dentro de las Buenas Prácticas BeCoHousing, te ofrecemos estos consejos para consumir menos y mejor:
- No al “stand-by”. La OCU calcula que el “consumo fantasma”, es decir, las luces rojas,que se quedan encendidas en los aparatos como la televisión, ordenadores, etc., suponen un 10% de la electricidad que se gasta al año.
- Etiquetas energéticas A o superior (máxima eficiencia) en los electrodomésticos. Estos aparatos cuestan más, pero se amortizan con el ahorro de electricidad que proporcionan.
- Bombillas: las mejores, las de tipo LED, más eficientes y menos contaminantes. Una bombilla LED dura alrededor de 70.000 horas, unos 50 años de uso. La reducción del gasto energético en comparación con las incandescentes o las halógenas es de entre el 80% y el 90%
- La mejor calefacción eléctrica: bombas de calor clase A. Por cada kWh eléctrico consumido proporcionan tres o cuatro kW/h térmicos, mientras que los sistemas basados en resistencias internas (radiadores) proporcionan solo un kW/h.
- Las calderas de gas más eficientes: las de condensación. La OCU las recomienda porque proporcionan gran rendimiento calórico con bajas emisiones de CO2. Además, se ha de cuidar el mantenimiento, pues si no es adecuado puede incrementar un 15% la factura.
- Tecnología Inverter en el aire acondicionado: permite alcanzar antes la temperatura adecuada y mantiene la temperatura estable, sin picos que incrementen el gasto.
- La temperatura dentro del hogar: entre 19 y 21 grados durante el día y de entre 15 y 17 grados por la noche (según la OCU). Cada grado que subas repercutiráen un 7% más en la factura.
- Termostatos: idealmente, uno para cada estancia mejor que un termostato único. Los radiadores con cabezal termostático pueden ser una buena manera de ahorrar hasta 20€ mensuales.
- Cerramientos adecuados, ventanas bien aisladas y un buen sellado de puertas y marcos de ventanas. Según el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE), el 60% de la factura energética doméstica corresponde a la calefacción.
- Incorporar demótica y sistemas de control energético a través de dispositivos móviles. Permiten saber cuánto se consume y cuáles son las principales fuentes de gasto, a la vez que facilitan la programación en función de nuestras necesidades.
