En la sociedad actual, un cohousing de familias reconstruidas o monoparentales con hijos cada vez tiene más sentido. Mientras que en los cohousing de seniors o en el caso del de jóvenes los cohousers son personas independientes, sin cargas familiares, el cohousing de familias reconstruidas o monoparentales es especialmente interesante de forma que los retos a los que estas familias se enfrentan en el día a día puedan ser compartidos con otras personas en la misma situación.
Hace años, los niños jugaban en las calles de los pueblos o barrios entrando y saliendo de las casas con total libertad. En cualquier momento, un grupo de cinco o seis chavales de diferentes edades podía aparecer tranquilamente a merendar. Había más comunicación y se hacían más favores que fluían naturalmente.
En la actual sociedad, este concepto de tribu en el que los niños son de todos y se crían de forman conjunta se ha ido perdiendo. El ritmo laboral y el individualismo progresivo ha derivado prácticamente en un “sálvase quien pueda”, en el que, si no se tiene la suerte de contar con los abuelos, se ha de cubrir a base de canguros, ajustes de horarios y favores.
La situación es más complicada todavía para las familias monoparentales. A menudo han de hacer frente en solitario a la situación haciendo auténticos malabares. Otro de los handicaps a los que se enfrentan los padres de las familias monoparentales es la falta de tiempo para ellos mismos. Realizar gestiones, ir a comprar, a dar una vuelta con un amigo o ir al gimnasio, puede ser imposible. Cuando no se está trabajando se está cuidando de los niños o haciendo las tareas del hogar.
En este contexto, un cohousing de familias reconstruidas o monoparentales puede ayudar mucho. Padres y madres en situaciones semejantes y niños que se relacionan con otros niños que pasan por lo mismo. En una vivienda colaborativa se pueden encontrar soluciones más fáciles, cómodas y económicas. Por ejemplo en vez de asumir individualmente el coste de un canguro o un profesor de repaso se pueden organizar horarios y clases para todos los menores del cohousing.
Uno de los espacios comunes puede ser un área polivalente en la que puedan estudiar, jugar, organizar una fiesta o una sesión de cine familiar. Pueden diseñarse tareas para realizar padres con hijos como encargarse del huerto urbano o realizar excursiones fuera del cohousing. Compartir otros servicios como la limpieza, puede ser una liberación que proporcione más tiempo libre para todos.