La filosofía de un cohousing puede contemplar la comida comunitaria, punto de encuentro en el que se intercambiarán ideas y experiencias de los participantes. La frecuencia y el modo de realización es acordado por todos los cohousers, que lo decidirán dependiendo de sus preferencias personales, su ritmo de vida, etc.
Si se trata de un cohousing de seniors, pueden optar por hacer una comida comunitaria diaria o incluso todas. Al tener más tiempo libre pueden elegir ese momento para reunirse con otros compañeros del cohousing. La pueden realizar ellos mismos o contratar a una persona que se la prepare. Entre todos, los costes de esta opción serán bajos.
En el caso de las familias con hijos o la de adultos solos con hijos, las comidas comunitarias pueden realizarse el fin de semana. Mientras los niños se entretienen jugando y cuidando el jardín, las tareas en cocina y comedor pueden repartirse entre los adultos, de manera que sea ameno y participativo. También se puede reservar un tiempo en la sobremesa para comentar novedades o necesidades del cohousing.
En el caso de jóvenes solteros/as en cohousing la cita comunitaria para comer puede ser el viernes por la noche, como cierre de semana laboral, aprovechando para soltar las tensiones acumuladas, y puede ir seguido de un poco de fiesta o de la proyección de una película. El domingo al mediodía también es una buena opción, disfrutando incluso de una barbacoa en compañía de los otros cohousers.
Reunirse en torno a una mesa ayuda mucho a la socialización y es un placer para los participantes, por lo que muchos esperarán con ganas estos encuentros.
Pintura: El baile de Moulin de la Galette, Pierre Auguste Renoir
